La naturaleza tiene vistas muy impactantes y hermosas, y una de ellas son los atardeceres; en cualquier lugar, en cualquier parte del mundo. Lo mejor es observarlas con gafas de sol, para no dañarse los ojos, y no mirar la puesta de sol todo el tiempo, sólo a ratitos. Por último, cuando ya no se divisa el sol, me gusta pedir un deseo. Se cumpla o no se cumpla, es bonito pedir. Por pedir, que no quede.
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